El semblante firme , pero la barrera alta....
Deslizando aquella puerta me senté ....
En aquel escritorio...
Deje que el tiempo fuera del duende de la luna...
La mirada en ninguna parte y a la vez en muchos sitios...
Aparque de pronto la vista entre unos papeles....
Ví el nombre de mi princesa y mio....
Y comence a leerlo....
Predijiste como es la vida para una mujer...
Cual eran las difilcutades...Y que miradas querías para las dos...
Que amores querías para ambas...
Que sueños imaginabas en tú mente para nosotras....
Nombrastes piedras...
Nombraste cicatrices, que harían una personalidad única...
Hubo un instanste que mis lagrimas no pudieron sostenerse dentro de mí...
tenías miedo...
miedo por un futuro incierto....
miedo de que esa princesa fuera mujer.....
hubieses preferido otro hombre para mí, lo sé....
Sé que la preferencia es entendible, quieres verme protegida por mis hijos....
No quieres verme la vida entera protegiendo a otra mujer...
Por eso del llanto supongo....
Por que no existe más belleza que saber que tú padre te quiere....
En un momento en que no deseaba esteriorizar nada.....
La princesa nacio....
la princesa trajo el caos ....
y ya con unos meses en esta vida pisaba fuerte....
Paso un tiempo....
y quisiste que leyera ese escrito publicado oficialmente por una revista regional....
Es obvio que no era la primera vez que lo leia ......
y cuando termine de leerlo....
me dijiste.... dime algo.....
.... te miré... y por largos segundos no pronuncie ninguna palabra...
.... rompí el silencio con fuerza....
y con la misma dureza que me caracteriza
comence ......
lo que tenía mi estomago anclado...
Que estoy orgullosa de que haya sido mujer....
Que no tengo miedos a lo que le depare la vida...
Que me encantará ser testigo de su primer enamoramiento....
Que estoy convencida de que será única....
Que podré sentirme protegida cuando su vida la encamine ella....
.....
Creiste que me quedé con un sabor amargo ...
Por que tú desearas un nuevo hombre en el triangulo ...
No, no me quede con lo negro...
Tú siempre me dás blanco....
Pero quisé que no tuvieras miedo por mí...
No quería que sintieras la necesidad de que alguien me proteja...
Que viva la mujer que me precedera....
Y los sueños que ese día leí para ambas....
Lucía.
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