Cuando mi cuento fué mio, lo sentí en mis manos .
La chica de mirada dulcé comenzo a valorar las cosas y ha juzgarlas sin pasar por alto nada.En mi
nueva estación se adentro la desconfianza.
Y esa nueva amiga me hizo conocerme mejor .
Ya no existía creencias a que los deseos de los que te quieren, no los puedo valorar.
Y en mi cuento ,la chica se desprendio con cada llanto de el enemigo rencor, ahí entraste jefe.
El transcurso de duelo hiziste que mi sonrisa volviera a salir .
Fueron tiempos de locura hacercarse a mi, en los que yo pensaba que poco importaba la felicidad.
Que muy poco importaban muchas cosas,en las que me negué muchas otrás.Mi guerra conmigo
misma me hizo sacar mi genio más insoportable.Y ahí estabas , sacandole la sonrisa a tú empleada
con cada heche usted!!Y fuiste testigo de mi progresión y mi nuevo retroceso.Y tenía a mi jefe
dandomé consejos muy definidos sobre la mente de un hombre.
Y aunque mi juventud se bebío un mantial increible, la madurez me trajo infinidad de seres
preciosos.
Y con cada conclusión que saqué de la vida ,me reconfortaba que unas palabras ajenas a mi circulo
familiar y vistas con perpectiva blanca , me viera como realmente me sentía.
Y aunque la vida intenté traer momentos dificiles los ignoro e intento alejarme de lo que no me
aporta.
Más alla de los luceros, existen personas que no sabén lo que te han ayudado con simples actos.
Esta es la verdad de mi cuento.
Y no me cansaré de decirlo defenderé a mi jefe en cada acto, por que en esta vida ahi pocos seres que
merezcan la pena en mi vida y él es uno de ellos.Gracias jefe siempre tú empleada..
Lucía.
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