Aqui os añadisteis muchos a mi vida.

viernes, 22 de marzo de 2013

Post data






La primera vez que recibí esta pintura con la     posdata: ....lo prometido llega....
sonreí  nunca me ví así de bella, ese día , hace la friolera de 14 años , de ese taconeo.
Recuerdo perfectamente el traje, burdeo y lunares beys , conseguí mi primer y ultimo traje de gitana que fuera del color de mujer, ya había terminado la niñez, y quería vestirme a mi gusto, con unos toques míos , solo unos.
Entre afinados acuerdos. conseguí el color que tanto había imaginado años, y el toque materno no me disgusto del todo , el cancan en las mangas ,señalaba más aun, mis movimientos de brazos.
Mis rasgos de niña decoraban las curvas que ya anunciaban a la mujer, ese día la trenza de espiga cedió a mi gusto, y la colocación de ella fue baja, dejando que se escapara más de una mecha bailando.
Para mi madre mi constante rival, era un día señalado ,su nena taconeaba delante del barrio entero , y ella estaba orgullosa, yo por el contrario sentía cosas muy diferentes.
 Iba hacer algo que me encantaba, delante de gente que desconocía  desconocimiento personal , no físico  y eso era violar mis secretos, mis aficiones y a la vez quería demostrarle a mi profesor de flamenco, que la chica tímida en la que confió,  estaba a la altura de todo.
Difícil entender todo , pero simple y compleja al mismo tiempo siempre.
Fue por ello que ese mi madre deslizo todo su repertorio de pinturas faciales y comenzó como si de daly se trataba, yo no miraba al espejo sabía que la discursión era segura,
 no me gustaba estar pintada, me olía mal la pintura, solo me gustaba la vaselina labial, pero ella no podía consentir que yo fuera solo con vaselina, y yo con los nervios y la guerra que me consto la trenza a mi gusto, cedía a que me pintara como ella deseaba.
Cuando me vio en el escenario ,estoy segura que el primer mordisco en la comisura de los labios fue por el verme sin los parpados pintados , solo deje la raya que yo adecue a mi estilo minutos antes de salir a bailar.

Despeje mis nervios con suspiros y respiraciones lentas, me hablaban y mi cabeza y mente estaban conmigo, miraba antes de subir aquel tablao:  la gente, el ruido, y entre tanta gente buscaba la mirada cómplice de mi profesor de flamenco y su hija.Le ví subir las escaleras , coger el micrófono pero los nervios eran tan poderosos ,que tuvo que nombrarme dos veces hasta que asentí  .Parecía que se me había olvidado andar en ese momento.Me puse a su izquierda y fue entonces cuando al levantar la vista te ví, como en todos los momentos que siempre te he necesitado sin llamarte, me miraste y  sonreiste. Y cuando los acordes del guitarrista comenzaron , tus palmadas redoblando padre ,hicieron que volviese mi serenidad y concentración.
Solo estaba el sonido de la guitarra y tús redobles, que marcaban mi taconeo. Con cada ole, mi genio se sentía en el taconeo, mis giros y pronunciamiento de caderas marcando cada paso se hacía más marcado.Recogí mi traje y deje bien a la vista mis tacones ,a mi cabeza le vinieron la frase de Paco ( el profesor que aposto por mi) ¡taconea y que el resto del mundo sienta  tú caracter en los sonidos de tús tacones!
Era la primera vez que me viste bailar padre,quise que te sintieras orgulloso de mi ,hasta decir basta.
Hubo fallos en algún redoble de giro, pero lo subsane, con más genio en mi cuerpo.Cuando el guitarrista marco su último acorde comenzó el palo seco, solo golpes con sus nudillos en la guitarra y por lo visto el noto un gesto mi en el que le marque los tiempos , aunque yo en ese momento solo sé que le mire, sonrei dandole las gracias por confiar en mi ,para marcar el palo seco.Pero como los gestos siempre son más efectivos que las palabras , aqui los gestos hicieron todo, él el sonido y yo el taconeo.
La vida a girado y ahi momentos de mi vida que fueron bonitos y que de pronto vuelven a ver una imagen parecida.Y quise plasmar o intentar acorde de ese bello momento.
Gracias padres por estar siempre en cada momento infantil bello, gracias Pedro por hacerme la vida un poco más facil y quererme como lo haces  , aunque te tenga a matacaballo siempre,gracias hijos por permitirme rejuvenecer con vuestras historias.


Lucía.


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